La Axarquía vuelve a engañar al cielo: nubes negras, ambiente de tormenta… y cero lluvia
Pese al aspecto tormentoso que ha cubierto la comarca durante toda la jornada, los pluviómetros apenas registran actividad y el levante vuelve a imponer su presencia con rachas intensas

La comarca ha vivido este viernes un fenómeno meteorológico tan sorprendente como habitual: cielos totalmente encapotados, ambiente de tormentón inminente… y ni una gota de lluvia. Una auténtica masterclass del clima axárquico, que vuelve a demostrar que aquí las nubes vienen de postureo.
Desde primeras horas de la mañana, las nubes se han instalado sobre toda la franja oriental de Málaga con un aspecto imponente, denso y continuo, generando la sensación de que la lluvia era cuestión de minutos. No obstante, y fiel a su estilo, el tiempo axárquico ha optado por dejar el espectáculo en un simple decorado, con acumulados tan insignificantes que algunos pluviómetros prácticamente no han tenido ni que trabajar.
En paralelo, el viento de levante ha sido el auténtico protagonista de la jornada. Con rachas intensas y constantes, ha barrido la costa y zonas del interior, recordando a toda la comarca que, aunque la lluvia se lo piense dos veces antes de caer, el levante nunca pierde la oportunidad de dejar su firma. La sensación en muchos puntos ha sido la de un día plenamente invernal… pero sin su ingrediente principal: el agua.
Este contraste entre cielos muy nubosos y ausencia total de precipitaciones ha sido especialmente llamativo en municipios como Vélez-Málaga, Nerja, Torrox o Rincón de la Victoria, donde el panorama invitaba a pensar que la lluvia estaba al caer. Sin embargo, las horas han pasado y el cielo ha mantenido su actitud desafiante: "tengo pinta de tormenta, pero no hoy".
Meteorológicamente, el episodio responde a una situación típica de la comarca cuando el aire húmedo del Mediterráneo entra impulsado por el levante: muchas nubes bajas, sensación de inestabilidad, e incluso una apariencia de inminente chaparrón que rara vez llega a concretarse. El viento, por su parte, sí ha cumplido con creces, generando oleaje, enfriando el ambiente y dominando la sensación térmica durante toda la jornada.
El resultado, en definitiva, ha sido un día marcado por el engaño visual meteorológico: un cielo de aspecto apocalíptico que finalmente no ha dejado más que un puñado de gotas testimoniales, insuficientes para mojar las calles, regar el campo o justificar los paraguas que muchos vecinos han cargado "por si acaso".
La Axarquía despide así un nuevo episodio en el que el clima juega a las apariencias, dejando claro que, en esta tierra, el cielo puede amenazar con todo… sin llegar a cumplir con nada. Y, como siempre, el levante, fiel a su costumbre, se lleva todo el protagonismo del día.
