La Axarquía se enfrenta a nuevas restricciones de agua debido a la crítica situación del pantano de La Viñuela
El Comité de Sequía prevé reducir el consumo de agua permitido por habitante, que pasará de 200 a 180 litros diarios

La situación de la comarca de la Axarquía, dentro del contexto de la sequía que afecta a la provincia de Málaga, es especialmente grave. Con la llegada del otoño, las lluvias que podrían aliviar la escasez de agua siguen sin aparecer, y la región se enfrenta a una crisis hídrica preocupante. Aunque zonas como la Costa del Sol han recibido algo más de agua al ser áreas de entrada de frentes, su estado sigue siendo de escasez severa.
Ante la falta de precipitaciones, el Comité de Sequía de las Cuencas Mediterráneas se plantea tomar medidas más estrictas para la Axarquía y otras áreas gravemente afectadas como Málaga capital y el Guadalhorce. Se prevé reducir el consumo de agua permitido por habitante, que pasaría de los 200 litros diarios a 180, con el fin de maximizar la duración de las reservas de agua. Estas medidas buscan frenar el agotamiento de los embalses, especialmente críticos en la Axarquía, donde el pantano de La Viñuela, el principal embalse de la comarca, se encuentra al 13,68% de su capacidad con solo 22,48 hectómetros cúbicos de agua.
La gravedad de la situación está empujando a las autoridades a retomar estrategias empleadas en sequías pasadas, como la reactivación de pozos en desuso y el aprovechamiento del río Guadalhorce a través del azud de Aljaima. Además, se está trabajando en mejorar la capacidad de las estaciones de tratamiento de agua, como la del Atabal, y en extraer agua de reservas estratégicas como las de Limonero y Casasola.
Estas decisiones se suman a un escenario en el que las lluvias de la pasada primavera ofrecieron una tregua temporal, lo que permitió aliviar algunas restricciones, pero la severidad de la sequía persiste tras cerrar el quinto año hidrológico más seco registrado. La comarca de la Axarquía, con su embalse de La Viñuela como punto crítico, se enfrenta a un reto inmediato para evitar un colapso en el suministro de agua, mientras se espera, con incertidumbre, la llegada de lluvias que alivien esta situación.