Hosteleros de Rincón de la Victoria denuncian que la nueva tasa de terraza se ha triplicado
Los empresarios critican que la subida no se aplicara de forma progresiva y que el plazo para pagar haya sido muy corto, apenas cinco días en algunos casos

La reciente subida de tasas para las terrazas de bares y restaurantes en Rincón de la Victoria ha generado un notable malestar entre los hosteleros del municipio. Aunque la medida fue aprobada hace meses, los empresarios han recibido ahora la primera carta de pago, encontrándose con un aumento significativo que eleva la media de 964 a 2.798 euros, según fuentes municipales. En algunos casos, la tasa se ha triplicado, lo que ha provocado críticas no solo por el importe, sino también por la forma en que se ha implementado, sin una transición progresiva.
Tal y como avanza Cadena SER Málaga, los afectados señalan que el periodo para abonar el recibo ha sido muy corto, con apenas cinco días para realizar el pago, lo que ha agravado la presión financiera en plena temporada alta de costes. Además, expresan preocupación por la posibilidad de recibir un segundo pago a principios de 2025, lo que supondría afrontar dos cuotas en un periodo breve de tiempo.
Ante esta situación, un grupo de empresarios se reunió con el alcalde, Francisco Salado, y la concejala de Hacienda, Lola Ramos, para trasladar su descontento y solicitar medidas que alivien el impacto de esta subida. En respuesta, el alcalde se comprometió a estudiar una modificación de las categorías de las calles, lo que permitiría una reducción en las tasas para 2025 de entre un 15 y un 20%, según las estimaciones municipales.
Además, se están evaluando medidas para retrasar la fecha del próximo recibo, inicialmente previsto para febrero de 2025, hasta junio o julio del mismo año, con el objetivo de evitar que coincidan dos pagos tan cercanos. Esta decisión busca dar mayor margen de maniobra a los negocios afectados, que ya enfrentan dificultades económicas debido a este cambio.
Desde el ayuntamiento justifican la medida aludiendo a que las tasas no se habían actualizado desde 2008, a pesar del incremento general del coste de la vida en estos años. Aunque reconocen la preocupación de los hosteleros, insisten en que la actualización era necesaria y subrayan que la ordenanza fue aprobada sin recibir alegaciones en su momento.
También recuerdan que los pagos pueden fraccionarse en 11 meses para facilitar su abono. Sin embargo, los hosteleros critican que no se haya optado por un aumento progresivo y sostienen que el impacto de una subida tan brusca pone en peligro la viabilidad de muchos negocios, especialmente en un sector que ya enfrenta múltiples retos económicos.