en-La nube de ceniza de un volcán de El Caribe que ya afecta a las Canarias podría afectar a Málaga

15/04/2021

La Agencia Estatal de Meteorología estudia esa probabilidad debido al desplazamiento de la nube hacia el este, adelanta la Cadena SER

Imagen de la "nube" de polvo provocado por el volcán a Soufrière en la isla de San Vicente / Windy.com
Imagen de la "nube" de polvo provocado por el volcán a Soufrière en la isla de San Vicente / Windy.com

El pasado 9 de abril entró en erupción el volcán La Soufriere, situado en la isla caribeña de San Vicente. La actividad del volcán, que permanecía durmiente desde hace décadas, ha provocado el ascenso de una "nube" de cenizas y gases volcánicos a más de 6 kilómetros de altura en primera instancia, y después hasta los 16 en su movimiento hacia el este, que ya ha alcanzado España, según informa la Cadena SER en Málaga. 

Los vientos han desplazado esta "nube" hacia el este, haciéndola cruzar el océano Atlántico y habiendo llegado ya a cubrir las islas Canarias durante la última hora de la jornada del domingo. Además, las previsiones indican que el miércoles podría ubicarse sobre el sur (lo que podría afectar a la provincia de Málaga) y centro peninsular, moviéndose de nuevo hacia el este. Algo que ya estudian los responsables de AEMET en Andalucía

Eso sí, a medida que la nube se desplaza, las concentraciones de ceniza y gases como el dióxido de azufre disminuyen y, por otra parte, la "nube" se encuentra ya a una altitud muy elevada. De esta manera, las máximas concentraciones que se esperan son de niveles medios, que no resultan peligrosas para la población. La calidad del aire, por lo tanto, no se verá afectada.

¿Qué es el dióxido de azufre?

El origen del dióxido de azufre (SO2) es, principalmente, antropogénico. Es un gas que se origina, sobre todo, durante la combustión de carburantes fósiles que contienen azufre (petróleo, combustibles sólidos), algo que tiene lugar especialmente en los procesos industriales de alta temperatura y de generación eléctrica.

Sin embargo, en ocasiones, también puede tener un origen natural como es este: una erupción volcánica.

Este contaminante puede producir, incluso a grandes distancias del foco emisor, efectos adversos sobre la salud. Estos pueden ser tales como irritación e inflamación del sistema respiratorio, afecciones e insuficiencias pulmonares o alteración del metabolismo de las proteínas, dolor de cabeza o ansiedad.

También afecta a la biodiversidad, los suelos y los ecosistemas acuáticos y forestales e incluso sobre las edificaciones.

Pero, ¿cómo? a través de procesos de acidificación, pues una vez emitido, reacciona con el vapor de agua y con otros elementos presentes en la atmósfera. De este modo, su oxidación en el aire puede dar lugar a la formación de ácido sulfúrico y, por lo tanto, lluvia ácida.